Un elemento estratégico para la toma de decisiones es el acceso oportuno a la información. Sin información, las decisiones tomadas distan de ser óptimas, generándose costos en la toma de decisiones y por ende representa costos para la gestión o administración de recursos escasos.
Waissblut menciona que el sector público es un sector que por no tener la última línea del balance requiere de más gestión y no menos que el sector privado. En este sentido, la toma de decisiones para la gestión del sector público requiere de mayor y mejor información, cuyo acceso sea eficiente y oportuno a fin de armonizar la implementación de las políticas públicas a todo nivel de gobierno. Ante ello, resalta la utilidad de las nuevas Tecnologías de Información y comunicación –TIC como herramienta estratégica de apoyo para los procesos de administración y gestión en dicho sector.
Al respecto, el Plan Nacional de Desarrollo de la Sociedad de la Información plantea como uno de sus objetivos el “Acercar la administración del Estado y sus procesos a la ciudadanía y a las empresas en general, proveyendo servicios de calidad, accesibles, seguros y oportunos, a través del uso intensivo de las TIC”.
Sin duda, esta iniciativa constituye un compromiso de parte del estado en mejorar y ampliar la prestación de servicio al ciudadano a través de las TIC. Representa también, un gran desafío para el sector, ya que las nuevas tecnologías resultan ser necesarias pero no son suficientes. Esto debido a que las nuevas TIC deben ir acompañadas de otros componentes estratégicos como son: la capacitación en el uso de estas nuevas tecnologías y en la generación y desarrollo de servicios útiles para los ciudadanos. Estos componentes básicamente requieren desenmarañar las formas en las que se organizan actualmente las instituciones del sector público, para que puedan implementarse efectivamente.
De acuerdo a la IV Encuesta Nacional de Recursos Informáticos y Tecnológicos del Sector Público, los recursos informáticos y tecnológicos (redes, estaciones de trabajo, servidores, soporte lógico, internet, aplicativos, seguridad y otros) así como su uso en las instituciones públicas ubicadas en Lima Metropolitana aún no se aprovechan al 100% las utilidades que brindan estas tecnologías como servicios de voz y video, por ejemplo; en provincias la brecha existente con respecto a Lima Metropolitana es grande y mucho más aún en las zonas rurales, donde el acceso al servicio de internet aún es nula.
En este contexto, el hablar de una cultura de conectividad en las instituciones del sector público es sumamente importante, y por lo mismo debiera ser un tema explícito y concreto dentro de los Planes Operativos Institucionales. Si bien, hoy ya contamos con Planes Operativos Informáticos que en teoría debieran responder a los requerimientos de toda la institución como un todo (requerimientos que responden, a su vez, a los objetivos y por ende a la misión de la organización) y no como áreas departamentalizadas. La mayor parte de las instituciones públicas, en el tema de las TIC, aún se encuentran en un proceso de identificación (de reconocimiento) del problema. Esta problemática no se identificará en su total dimensión, en tanto no se cambien los patrones actuales de pensamiento en la organización.
Es en este punto, en el que resalta la importancia de la reingeniería en el sector público, en el sentido que permitirá abordar la problemática desde un enfoque integral y dinámico, permitiendo optimizar los flujos del trabajo y la productividad de la organización; y logrando, sobretodo que “funcione en algún sentido”.
Waissblut menciona que el sector público es un sector que por no tener la última línea del balance requiere de más gestión y no menos que el sector privado. En este sentido, la toma de decisiones para la gestión del sector público requiere de mayor y mejor información, cuyo acceso sea eficiente y oportuno a fin de armonizar la implementación de las políticas públicas a todo nivel de gobierno. Ante ello, resalta la utilidad de las nuevas Tecnologías de Información y comunicación –TIC como herramienta estratégica de apoyo para los procesos de administración y gestión en dicho sector.
Al respecto, el Plan Nacional de Desarrollo de la Sociedad de la Información plantea como uno de sus objetivos el “Acercar la administración del Estado y sus procesos a la ciudadanía y a las empresas en general, proveyendo servicios de calidad, accesibles, seguros y oportunos, a través del uso intensivo de las TIC”.
Sin duda, esta iniciativa constituye un compromiso de parte del estado en mejorar y ampliar la prestación de servicio al ciudadano a través de las TIC. Representa también, un gran desafío para el sector, ya que las nuevas tecnologías resultan ser necesarias pero no son suficientes. Esto debido a que las nuevas TIC deben ir acompañadas de otros componentes estratégicos como son: la capacitación en el uso de estas nuevas tecnologías y en la generación y desarrollo de servicios útiles para los ciudadanos. Estos componentes básicamente requieren desenmarañar las formas en las que se organizan actualmente las instituciones del sector público, para que puedan implementarse efectivamente.
De acuerdo a la IV Encuesta Nacional de Recursos Informáticos y Tecnológicos del Sector Público, los recursos informáticos y tecnológicos (redes, estaciones de trabajo, servidores, soporte lógico, internet, aplicativos, seguridad y otros) así como su uso en las instituciones públicas ubicadas en Lima Metropolitana aún no se aprovechan al 100% las utilidades que brindan estas tecnologías como servicios de voz y video, por ejemplo; en provincias la brecha existente con respecto a Lima Metropolitana es grande y mucho más aún en las zonas rurales, donde el acceso al servicio de internet aún es nula.
En este contexto, el hablar de una cultura de conectividad en las instituciones del sector público es sumamente importante, y por lo mismo debiera ser un tema explícito y concreto dentro de los Planes Operativos Institucionales. Si bien, hoy ya contamos con Planes Operativos Informáticos que en teoría debieran responder a los requerimientos de toda la institución como un todo (requerimientos que responden, a su vez, a los objetivos y por ende a la misión de la organización) y no como áreas departamentalizadas. La mayor parte de las instituciones públicas, en el tema de las TIC, aún se encuentran en un proceso de identificación (de reconocimiento) del problema. Esta problemática no se identificará en su total dimensión, en tanto no se cambien los patrones actuales de pensamiento en la organización.
Es en este punto, en el que resalta la importancia de la reingeniería en el sector público, en el sentido que permitirá abordar la problemática desde un enfoque integral y dinámico, permitiendo optimizar los flujos del trabajo y la productividad de la organización; y logrando, sobretodo que “funcione en algún sentido”.
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